El expolicía Julio César Garachico fue encontrado responsable de siete secuestros y tortura y cuatro asesinatos. Etchecolatz sumó su novena cadena perpetua.
El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata condenó hoy a prisión perpetua al represor Miguel Etchecolatz, que ya purga otras 8 perpetuas, y al expolicía Julio César Garachico por los secuestros y torturas de 7 personas en el excentro clandestino de Pozo Arana, entre ellas el albañil Jorge Julio López, y los asesinatos de 4 de esas víctimas, entre ellas Francisco López Muntaner, uno de los estudiantes secuestrados en el episodio conocido como La Noche de los Lápices.
“Se condena a Miguel Osvaldo Etchecolatz a la pena de prisión perpetua como coautor del homicidio calificado por alevosía, por haberse cometido con el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Norberto Rodas y Alejandro Sánchez; la privación ilegítima de la libertad cometida por funcionario público, agravada por amenazas reiteradas en dos oportunidades y aplicación de tormentos a Rodas y Sánchez”, expresó el presidente del Tribunal, Andrés Basso, al leer esta tarde el veredicto.
Además, se condenó a prisión perpetua al expolicía Julio César Garachico, por el homicidio de Patricia Dell Orto, Ambrosio De Marco y Norberto Rodas, y la privación ilegítima de la libertad y aplicación de tormentos a Patricia Dell Orto, Ambrosio de Marco, Norberto Rodas, Alejandro Sánchez, Francisco López Muntaner, Guillermo Cano y Jorge Julio López.
En este caso, el Tribunal rechazó el pedido para que se revoque la domiciliaria que goza Garachico y le mantuvo el beneficio que el expolicía cumple en su casa de Mar del Plata, lo que despertó gritos de repudio entre el público que por primera vez estuvo presente en la sala.
“Cárcel común, perpetua y efectiva” comenzaron a gritar los presentes, entre quienes estaba Rubén López, uno de los hijos del albañil Jorge Julio López, y Emilio López Muntaner, hermano del estudiante “Panchito” López Muntaner, secuestrado en el episodio conocido como La Noche de los Lápices, ambos víctimas en este juicio.
El presidente del Tribunal no pudo continuar con la lectura ante los gritos de “justicia, basura, vos sos la dictadura; justicia, basura, vos sos la dictadura”, mientras el público se retiraba y continuaban gritando en el pasillo, ante lo cual el juez ordenó el cierre de la sala y continuó leyendo el veredicto solo para las partes.
El TOF 1 hizo lugar también a una serie de medidas reparatorias solicitadas por la fiscalía y las querellas, entre ellas que se disponga la desafectación del predio de Arana para convertirlo en Sitio de Memoria, se investigue la posible complicidad de la empresa Peugeot en el secuestro de Alejandro Sánchez; se de copia de la sentencia a la Facultad de Bellas Artes de La Plata para que rinda homenaje a sus exalumnos Patricia Dell Orto y el estudiante López Muntaner y se realicen excavaciones en los terrenos de la exEstancia La Armonía, donde hoy funciona el Regimiento 7 en busca de posibles fosas comunes.
Los dos imputados habían tenido poco antes el derecho a hacer uso de unas últimas palabras antes de oír el veredicto. En el caso de Etchecolatz, el represor está internado en el sanatorio “Estrada” de Merlo debido a una serie de episodios febriles, mareos y vómitos, por lo que la secretaria del TOF 1, Verónica Michelli concurrió a la clínica para registrar esas palabras.
“Etchecolatz dijo que es inocente, que él no hizo nada de lo que se acusa en este debate y que entiende que se ha violado el proceso de la Constitución Nacional”, informó la secretaria del Tribunal. El multicondenado actualmente está imputado en otros dos juicios de lesa humanidad que se siguen en la ciudad de La Plata.
El Tribunal rechazó el pedido para que se revoque la domiciliaria que goza Garachico y le mantuvo el beneficio que el expolicía cumple en su casa de Mar del Plata.
Por su parte, el expolicía Julio César Garachico también dijo ser inocente al afirmar que “de lo que se me imputa soy inocente y desconozco a las personas que están en el juicio. Se me acusa de algo que no tengo nada que ver”.
El juicio que concluyó hoy con una nueva condena por genocida para Etchecolatz comenzó el 30 de agosto de 2021 y buscó determinar lo ocurrido con 7 personas que en 1976 comenzaron a militar en la unidad básica “Juan Pablo Maestra” y a realizar actividades barriales en las afueras de La Plata.
Gran parte del sustento probatorio radicó especialmente en las cuatro declaraciones judiciales prestadas por Jorge Julio López antes de su segunda desaparición en 2006, y en esa última declaración se oyó a López sindicar a Etchecolatz como el jefe del operativo de su secuestro y a Garachico como quien daba las órdenes al grupo de “picaneadores”.
El 11 de abril último, la Unidad Fiscal Federal para causas por violaciones a los derechos humanos durante la época del terrorismo de Estado de La Plata, integrada por el Fiscal General Gonzalo Miranda y los auxiliares fiscales, Juan Martín Nogueira y Ana Oberlin, había pedido la pena de prisión perpetua para ambos represores.
“Se trata de una sentencia que tiene una importancia histórica porque consolida una situación que se viene dando desde el 2006 con la sentencia por genocidio a Etchecolatz y con el juicio al Circuito Camps, donde se demostró cómo fue ese circuito represivo, cómo estuvo inserta la policía y los grupos de tareas en ese circuito, siendo Arana uno de los lugares fundamentales donde se llevó a cabo el plan represivo”, explicó a Télam el auxiliar fiscal, Juan Martín Nogueira.
Destacó que en este juicio se pudo demostrar una vez más el rol fundamental que tuvo Etchecolatz como Director General de Investigaciones al señalar “su importancia en el entramado y la impronta personal en la generación y producción de los hechos. Dotó de un matiz personal al funcionamiento del Circuito Camps”.
“El funcionamiento de las patotas está representado en Garachico, que tenía un cargo en la policía de La Plata y quedó demostrada su intervención como grupo de tareas, llevando su actividad a Arana”, puntualizó y celebró que el Tribunal haya hecho lugar a las medidas reparatorias solicitadas.